[De PopLab – Periodismo y opinión pública] Fabrizio Lorusso relaciona el fenómeno de violencia con la agudización de la desigualdad que se ha presentado, no obstante el crecimiento de la economía local y del Producto Interno Bruto. Introducción de Arnoldo Cuéllar, ilustración de Pinche Einnar, video de PopLab y, en seguida, el resumen y las gráficas del informe de Fabrizio Lorusso: “Tendencias de la violencia, las desapariciones y los homicidios en Guanajuato” de junio de 2019, publicado en la revista Brújula Ciudadana n. 109. Relacionados: AM – Desinformémonos – SoyBarrio – El SUR Guerrero
Los niveles de violencia criminal que el estado de Guanajuato ha visto ascender, particularmente a lo largo de la pasada administración estatal, empiezan a generar análisis desde la academia y los ámbitos de la investigación social en Guanajuato.
Para el investigador social y periodista Fabrizio Lorusso, catedrático de la Universidad Iberoamericana en León, la oleada de violencia sin precedentes va más allá del fenómeno de los asesinatos, que tiende a centrar la visión de los medios, y constituye más bien la evidencia “de un patrón estructural y complejo, hecho de múltiples descomposiciones.”
En un ensayo publicado en el número más reciente de la revista Brújula Ciudadana, Lorusso relaciona el fenómeno de violencia con la agudización de la desigualdad que se ha presentado no obstante el crecimiento de la economía local y del Producto Interno Bruto, debido a la pujante industrialización de la entidad.
Aunque en Guanajuato se ha logrado reducir el porcentaje de población en pobreza por lo menos cinco puntos entre 2010 y 2016, la distribución del ingreso se ha concentrado, como lo muestra el incremento del Coeficiente de Gini [1] de 0.433 a 0.576 en ese mismo lapso.
Para el académico, la tendencia que se vive, pese a disminuciones coyunturales, no podrá ser combatida si no se atacan “los complejos factores detonadores y reforzantes de la violencia”. Entre los puntos que enlista como prioridades a revisar, están: el sistema de procuración e impartición de justicia, los cuerpos policiales, el modelo económico-laboral, las violaciones a derechos humanos, la presencia de grupos criminales armados y la creciente militarización de la seguridad a nivel federal.
Publicamos un resumen del ensayo “Tendencias de la violencia, las desapariciones y los homicidios en Guanajuato”. El texto original puede ser encontrado en la revista Brújula Ciudadana No. 109.
El texto completo puede consultarse en este enlace.
Tendencia de la violencia en Guanajuato
Guanajuato vive una oleada de violencia sin precedentes que va más allá del fenómeno de los asesinatos, de por sí desbordado y alarmante, y muestra, más bien, un patrón estructural y complejo, hecho de múltiples descomposiciones. Este análisis se centra en la incidencia de crímenes de alto impacto, especialmente los homicidios dolosos y las desapariciones, pero como premisa cabe destacar el contexto persistente de violencia estructural en la entidad.
Ésta se relaciona con la agudización de las desigualdades entre sectores de la población que “produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como resultado de los procesos de estratificación social, es decir, sin necesidad de formas de violencia directa”.
Indicador (Guanajuato) [2] | 2010 | 2012 | 2014 | 2016 |
---|---|---|---|---|
Población en pobreza (porcentaje del total) | 2,703,747 (48.5%) | 2,525,849 (44.5%) | 2,683,282 (46.6%) | 2,489715 (42.4%) |
Coeficiente de Gini [1] | 0.433 | 0,463 | 0,449 | 0.576 |
Homicidios dolosos 2018-2019
- Con 1,237 homicidios dolosos de enero a abril de este año, Guanajuato ha quedado en primer lugar nacional, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSP).
- En mayo hubo 218 carpetas abiertas por homicidio doloso y 256 víctimas, sumando así un total de 1,493 víctimas en cinco meses.
- Municipios más afectados: León, Irapuato, Salamanca, Celaya, Acámbaro, Pénjamo, San Miguel de Allende, Valle de Santiago, Abasolo, Apaseo el Alto y Salvatierra. Igualmente hay que considerar 5 feminicidios en este mismo periodo.
- Los 2,609 homicidios intencionales de 2018 significan un incremento del 202% desde 2015 y del 140% en el último año. A nivel nacional, el aumento fue mucho menor, del 14% en 2017-2018.
- En Guanajuato los homicidios dolosos aumentaron del 327.7% en 5 años(2013-2018).
- El 82% de los asesinatos del 2018 fue con arma de fuego, mientras que en el país el porcentaje es menor, del 69.4%, lo que constituye una señal de alerta sobre la circulación de armas y la letalidad de los actores potencialmente involucrados (autoridades, presuntos delincuentes, organizaciones criminales).
- La entidad se colocó en primer lugar por número total de homicidios, dolosos y culposos, con 4,298 casos.
Incidencia delictiva
- Con 45,609 presuntos delitos registrados entre enero y abril de 2019, Guanajuato se coloca en un preocupante cuarto lugar nacional, después del Estado de México, la Ciudad de México y Jalisco.
- De los 653,087 delitos presuntamente cometidos en las 32 entidades del país, según datos de las fiscalías reportados al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el 6.9% corresponde a Guanajuato, siendo la población de este estado el 4.7% del total nacional.
Presencia militar
- La Sedena reporta que entre el año 2000 y el 2012 la presencia de los militares en Guanajuato creció 125.6%, al pasar de 728 elementos a 1,643.
- Desde 2016, cuando la cifra anual de asesinatos se estaba acercando peligrosamente al umbral de mil, la ayuda de la federación, solicitada por el gobierno estatal, incrementó sensiblemente los envíos a Guanajuato de brigadas militares y refuerzos de la Gendarmería y la Policía Federal. Por ejemplo, 600 soldados y 200 marinos llegaron en enero de 2019, y 1,600 soldados llegaron en marzo, con la actual operación “Golpe de Timón”.
- En 2018 se instalaron 3,200 policías militares en Irapuato (XII Brigada) y otras ciudades.
- En 2017 se estableció el mando único militar en cuatro municipios (Apaseo el Alto, Coroneo, Jerécuaro y Salamanca) y se realizaron patrullajes y retenes militares en León y en la frontera con Querétaro.
- Operativo Escudo-Titán, implementado por la Comisión Nacional de Seguridad de la Secretaría de Gobernación con personal de la Policía Federal, la entonces Procuraduría General de la República y las policías locales desde marzo de 2018 en Celaya, León, Apaseo el Alto y Apaseo el Grande.
- En octubre de 2016 fueron enviados unos mil soldados a la entidad.
- En general su misión ha sido resguardar sobre todo el corredor industrial, las grandes ciudades y la zona de Salamanca, epicentro de la refinación petrolera y de la distribución vía ductos y con pipas, así como del robo de combustible, en el Bajío.
- En Guanajuato la violencia y los crímenes no han descendido tras el envío de efectivos castrenses.
Robo de combustible
- Todavía a finales del 2018, Pemex señalaba la presencia de 1,547 tomas clandestinas, siendo Guanajuato, después de Hidalgo y Puebla, el tercer estado más afectado.
- La refinería Ing. Antonio M. Amor de Salamanca es la segunda de mayor producción de las seis operantes en el país y a su alrededor se han detonado negocios ilegales boyantes, controlados por la organización criminal o “cártel” de Santa Rosa de Lima, liderada por José Antonio Yépez, alias “El Marro”, y disputados por grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
- Los municipios del llamado “triángulo del huachicol”, entre Irapuato, Salamanca y Celaya, han experimentado la expansión de crímenes de alto impacto como el homicidio, la extorsión, la desaparición de personas, los robos y las lesiones dolosas.
- Al respecto, se han multiplicado las tipologías de actividades económicas ilegales y en 2019 se ha señalado la operación de al menos cinco organizaciones criminales de importancia en la entidad (Santa Rosa de Lima, remanentes de los Zetas, CJNG, cárteles de Sinaloa y del Golfo).
Estimación “realista” de la violencia
- Además de Quintana Roo y Veracruz, Guanajuato presenta datos “anómalos”, más altos, en los “homicidios culposos cometidos con otro elemento”, según la clasificación que hace el SESNSP para distinguirlos de los homicidios culposos por accidente de tránsito o cometido con arma blanca o de fuego.
- Se señala la posibilidad de que estas cifras puedan encubrir, en parte, homicidios dolosos que han sido clasificados como culposos, por descuido, prisa o incluso mala fe, para mostrar números “más positivos”.
- Las víctimas de “homicidios culposos con otro elemento” son 1,566 en todo el país, de enero a mayo de este año. Guanajuato ocupa el primer lugar en este rubro, con 451 víctimas, mientras que en la gran mayoría de los estados esta tipificación no se utiliza o tiene cifras inferiores a diez.
- La gráfica siguiente muestra la dimensión de la violencia considerando el número de víctimas (no sólo el de carpetas de investigación) de homicidios dolosos, homicidios culposos “con otro elemento” y feminicidios, así como el total de enero a mayo de 2019 en Guanajuato (Víctimas de Delitos del Fuero Común 2019, SESNSP).
- Si consideramos este dato, en lugar de tan solo los homicidios dolosos, obtenemos una “estimación realista” de la violencia en Guanajuato que no muestra tendencias a la baja, sino lo contrario.
- Según la Universidad de las Américas Puebla y su estudio IGI-MEX 2018, la impunidad depende en gran medida de desigualdad, desempleo y analfabetismo: mayores niveles de impunidad se relacionan con mayores valores de estas tres variables, mismas que en parte reflejan la violencia estructural.
- Guanajuato fue uno de los cinco estados en que la impunidad creció más intensamente en 2016 y 2017, superando así el promedio nacional y situándose en el lugar 17 de 32.
- Según la UDLAP, únicamente el 2.08% de los posibles delitos acaban en una condena y se explican perfectamente las causas por las que Guanajuato está próximo a integrarse al grupo de muy alta impunidad.
- Muy ligada a la impunidad, la cifra negra estimada en 2017 para Guanajuato, o sea el porcentaje de delitos que no fueron denunciados o que no derivaron en una carpeta de investigación, fue de 92.4, poco por debajo del promedio nacional de 93.2%, siendo los robos, los daños a propiedad, los delitos sexuales, la extorsión, el fraude y el secuestro los menos denunciados.
Otras problemáticas apremiantes
Se mencionan además otros problemas del sistema de justicia (estudio IGI-MEX UDLA):
- Atraso del sistema de procuración de justicia para concluir las causas penales.
- No hay reporte de la cantidad de policías judiciales por cada 100 mil habitantes.
- Las agencias del ministerio público son la mitad que la media nacional, 1.82 contra 3.53.
- Hay mucho personal en pocas agencias del MP y, sin embargo, no se refleja en los procesos penales, pues los procesados son más que las causas penales abiertas.
- Poca eficiencia en el uso de recursos, ya que la procuraduría (ahora fiscalía) maneja un presupuesto per cápita superior del 6.08% a la media nacional pero no ha logrado avances sustantivos en los indicadores de impartición de justicia.
- Los jueces tienen 41% menos trabajo que en otros estados, pero el porcentaje de sentenciados en primera instancia es casi igual a la media nacional (1.44 vs 1.33), es decir atienden menos casos con más recursos.
- La conclusión es que el “problema fundamental es el sistema de seguridad” y el interés “no se coloca en las labores de seguridad pública”.
Índice de Paz y policías
- El Índice de Paz del Institute for Economics and Peace mide “la ausencia de violencia o de miedo a la violencia”
- Guanajuato presentó un deterioro en su calificación general año con año desde 2015, colocándose en el lugar 27 de 32 entidades en 2018.
- La violencia contra los oficiales de policía y sus bajos salarios llevaron a un déficit de elementos policiacos: en 2017 el estado contaba con 2,622 elementos de seguridad pública, o sea 43.5 cada 100 mil habitantes, siendo la media nacional de 176.
- Al 31 de marzo de 2019 estos habían aumentado a 3,200, pero 27 municipios presentaban dificultades para llenar 1,200 vacantes de policía.
- Ante el peligro creciente que enfrentan, ya que el año pasado Guanajuato fue la entidad en donde más policías fueron asesinados, no están funcionando los incentivos salariales y de prestaciones para que más personas se incorporen a las corporaciones.
Desaparición de personas y protección a víctimas
- En Guanajuato hay 621 personas desaparecidas del fuero federal y común al 30 de abril de 2018.
- La entidad ocupa el lugar 14 nacional de los estados con más desaparecidos.
- Tan sólo en mayo de 2019 se enviaron al congreso local unas propuestas de ley sobre desapariciones, registro y búsqueda de personas y la de declaración especial de ausencia.
- No existe todavía una Comisión Estatal de Atención a Víctimas (CEAV).
- Aún no ha sido armonizada la ley estatal conforme a la nueva Ley General de 2017 sobre personas desaparecidas y el sistema de búsqueda.
- No hay colectivos de familiares de desaparecidos bien articulados y visibles como en otros estados.
- Según investigaciones periodísticas, existiría un significativo nivel de correlación entre la tasa de desapariciones y la tasa de homicidios cada 100 mil habitantes en Guanajuato.
- Cabe destacar que el 40% de las personas desaparecidas se concentra en León (82), Celaya (96), Apaseo el Alto (28) y Pénjamo (43), que también han sido focos rojos de índices delictivos de alto impacto.
- De los centenares de casos que han estado en el registro nacional en los últimos 6 años, la Fiscalía sólo tiene registro de diez indagatorias entre 2013 y 2018, el Poder Judicial estatal reconoce once casos entre 2011 y febrero de 2019, tres de los cuales llegaron a sentencia condenatoria.
Fosas y entierros clandestinos
- Tema poco presente en agendas políticas y mediáticas, pero según registros hemerográficos, entre 2016 y 2018 se han detectado entierros con uno o más cuerpos en 7 localidades: en Villagrán; en El Conejo, Irapuato; en San Antonio Calichar, Apaseo el Alto; en Tenango el Nuevo, Apaseo el Grande; en Santa Anita, León y en el cerro El Toro, Acámbaro, más una, confirmada por el gobierno federal en 2019.
Fiscal y Secretario de Seguridad Pública
- Pese al cuadro expuesto, de manera controvertida, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez, a finales de 2018, recién asumido el cargo, decidió ratificar tanto al Secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca, como al Fiscal estatal, Carlos Zamarripa Aguirre, quienes ya habían servido durante la administración anterior de Miguel Márquez.
Tendencia histórica de homicidios dolosos en 3 fases
- La tasa de homicidios cada 100,000 habitantes pasa de 4.1 en 2007 a 11.0 en 2011: casi se triplica, replicando más moderadamente, a partir de valores iniciales más bajos, la tendencia del resto del país, en el cual el valor pasó de 8 a 24.
- A nivel nacional la tasa va a la baja de 2011 a 2014, llegando a 16.9 homicidios dolosos cada 100 mil habitantes, pero en Guanajuato sigue aumentando hasta el valor de 13.9 en 2014.
- México experimenta otra escalada, la tasa vuelve a crecer hasta 25.9 en 2017, alcanzando el máximo histórico de 27.2 en 2018. En Guanajuato sigue subiendo, pero más rápidamente desde el bienio 2017-2018: por primera vez, alcanza un valor cercano a la media nacional en 2017, con una tasa de 23.7 y, finalmente, en 2018 la tasa de homicidios dolosos en Guanajuato más que duplica la del año anterior, llegando a 48.3, superando el promedio de países como Honduras.
Violencia estructural
- Hubo incremento lento pero constante de la tasa de homicidios, entre otros delitos de alto impacto, durante los mandatos de los gobernadores Juan Manuel Oliva (2006-2012) y Miguel Márquez (2012-2018), así como en lo que va de la administración actual de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
- Hubo una aceleración más dramática en 2018 y principios de 2019 con un tipo de violencia “episódica” o “coyuntural” que se suma al largo crecimiento estructural de más de una década de los homicidios y a la violencia estructural causada por pobreza, desigualdad, exclusión y bajos salarios
Escenarios y conclusiones
Ø Es complicado hacer previsiones precisas sobre la duración y la intensidad de la explosión “coyuntural” reciente y de la persistencia futura de la violencia en Guanajuato.
Ø Hay factores estructurales importantes, así como dinámicas criminales cambiantes y opacas.
Ø No está de más mencionar que en Guanajuato aumentó la violencia contra periodistas. Según Article 19, hubo 26 agresiones en 2018, siendo la entidad la octava más peligrosa para las y los periodistas.
Ø Ligero descenso de los homicidios dolosos en marzo (314), abril (290) y mayo (256), respecto del punto máximo de 340 registrado en febrero.
Ø Si sigue y se consolida el descenso en lo que falta de 2019, quizás sea el inicio de un periodo de reajuste coyuntural a la baja, pero es pronto para afirmarlo, así como para determinar si se revertirá el largo crecimiento estructural empezado en 2006.
Ø Pero si consideramos la “estimación realista” de la violencia en Guanajuato de enero a mayo, incluyendo feminicidios y “homicidios culposos con otro elemento” en el conteo, no hubo ninguna baja en el número de homicidios de enero a mayo, sino una tendencia al alza.
Ø En otros momentos históricos y entidades comparables (ver análisis de Berber en Nexos de 1/7/2016) hubo una curva de ascenso y descenso de la tasa de homicidios que se desarrolla en promedio durante 3-4 años (casos Durango, Nayarit, Chihuahua y Nuevo León entre 2009 y 2013).
Ø Sin embargo, esto no excluye la posibilidad del regreso de olas explosivas subsiguientes, o bien, de la prosecución tendencial del crecimiento histórico de los homicidios, si no se modifican las precondiciones y los complejos factores detonadores y reforzantes de la violencia (sistema de procuración e impartición de la justicia, policías, modelo socio-económico-laboral, impunidad, violencia estructural, violaciones a derechos humanos, grupos armados, militarización de la seguridad pública, entre otros).
La investigación completa puede consultarse en este enlace.
[1] El coeficiente de Gini es una medida entre 0 y 1 utilizada para medir la desigualdad en los ingresos dentro de un país, en donde 0 indica perfecta igualdad y 1 perfecta desigualdad. Reproducido del Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2018 p. 3 y de Coneval: Porcentaje, número de personas y carencias, promedio por indicador de pobreza, Guanajuato 2010-2016.
[2] Fuente: Elaboración de la SEDESOL con datos del CONEVAL. Pobreza: estimaciones del CONEVAL con base en el MEC 2016 del MCS-ENIGH.