La Unam informa y el paro estudiantil a favor de la CNTE

Paro ciencias unam

(5:47 p.m. – México, DF, VarioPinto Al DíaEl miércoles los profesores y funcionarios de la UNAM recibieron por correo electrónico un mensaje de la Rectoría, titulado “UNAM INFORMA” como si fuera un boletín. Por la autoridad que lo expidió y su contenido, el mail genera cierta inquietud, mantiene un tono vagamente intimidatorio y ha sido retomado por varios medios de comunicación nacionales para definir la postura oficial de la institución frente al método de protesta estudiantil conocido como “paro”.

Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación lanzaron un paro cívico nacional contra le reforma educativa para los días miércoles y jueves de esta semana al cual participan muchos sectores, sindicatos, grupos y organizaciones de la sociedad.

Con ese mensaje se quiere informar, como dice el título, a la comunidad universitaria del apoyo expresado por algunos sectores universitarios al movimiento magisterial. No es un texto neutral como era de esperarse, sino políticamente definido. Los estudiantes de distintos planteles y facultades decidieron llevar a cabo un paro de 48 horas en solidaridad con los maestros de la CNTE, en su calidad de interlocutores naturales de los mentores e interesados en la reforma. También varios académicos los apoyan. “La Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México lamenta que esa solidaridad se manifieste con la interrupción de las actividades académicas en varios de sus planteles”, se lee en el mail.

Después de “informar” y “lamentar”, el mensaje subraya el “respeto a las distintas formas de expresión” que siempre hubo en esa casa de estudios, pero, después de esta premisa alentadora, se da un juicio ético sobre las formas en que se expresa el disenso, pues sería “inaceptable que las mismas se traduzcan en la suspensión del trabajo académico”. Es decir, nada de huelgas, ni por un día, pese a que esta modalidad de lucha es parte de la tradición de protesta estudiantil, magisterial y laboral en el país y en el exterior.

“Rectoría convoca a los universitarios a externar sus opiniones con la más absoluta libertad”, lo cual es razonable. Sin embargo, la eventual protesta se tiene que hacer “sin afectar las funciones que la sociedad le ha encomendado a nuestra institución”, o sea, con tranquilidad, con la atenuación burocrática de los conflictos existentes. Además, sobre “las funciones” verdaderas de la universidad en la sociedad, tendríamos que abrir un buen debate que aquí no cabe, pero es reductivo y tendencioso pegarlo así en esta carta.

En seguida, se menciona la fuerza de la ley como brújula para la orientación de cualquier movimiento, paro o protesta. Se convoca a los universitarios a externar sus opiniones “sin transgredir el marco de legalidad establecido y con respeto a quienes no comparten sus perspectivas y propuestas”.

El respeto de los demás y de la ley es la base de la convivencia civil, pero al concepto inicial de la “absoluta libertad” de expresión del descontento se le están poniendo varios candados y el mensaje llega a tener un dejo reaccionario, sobre todo si se consideran las fallas, los muros y las asperidades que los canales institucionales todavía tienen en el impasse actual. El respaldo de más sectores sociales al magisterio sí puede determinar el resultado de sus batallas que, finalmente, se extienden a la sociedad entera y a una visión integral de la educación.

El mail culmina con un toque fatalista porque, sostiene, de nada sirve “la interrupción de las actividades académicas” que “no soluciona los problemas y sólo contribuye a su complicación”. Parece un juicio absoluto, fuera de la historia, perentorio como la negación de los conflictos estructurales de una sociedad dinámica, polarizada y heterogénea como la mexicana. Recuerda un poco la postura de la mayoría de los medios que, en estas semanas, han ido construyendo un discurso mistificador sobre los inconformes, sus demandas, la utilidad y las modalidades de su lucha, y la débil propensión al dialogo de las autoridades.  Fabrizio Lorusso Twitter @FabrizioLorusso

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