

PDF revista poesia Isla Negra 189 No al golpe en Honduras
(La trovi in fondo alla pagina nel Box Blu “Files per te”)
Allego tre poesie in spagnolo contenute nel numero speciale dedicato all’Honduras della Rivista letteraria Isla Negra di cui segnalo il sito (aggiornatissimo sul colpo di stato in Honduras e con testimonianze dirette):
http://isla_negra.zoomblog.com/
Noé Lima
El Salvador
Ven señor de la montaña
respira el aire seco del fusil
ese que ahueca la memoria de los astros
en Cerquín para hilarle mas estrellas a tu bandera
donde la justicia escriba en voz alta ese grito de jade
de tu collar alborotando la memoria del tirano
ven señor
alargale tu arco a la historia donde el asfalto escribe la sangre fresca del pueblo
hecho enjambre de plumas
aves inquietas que alzan sus alas como un trueno en el ano de historia
aves eco donde el oído cose redes de telaraña
para atraparte las manos en tu caballo de barro
para aferrar la vida al incendio de la carne lluviosa
cae y cae
ese rumor de voces que se hacen escamas con el brillo de la ira
cae y cae
ese cíclope de cáncer que hiere a la tierra sonámbula que te llama
cae y cae
ese gorila de cal que se tropieza con el árbol férreo que te abrazó en tu tierra Lenca
cae y cae
Erandique con tu estatua para tomar tu canto rojo hecho bocanada
cae y cae
tu silencio esculpido en las voces inquietas de la tormenta
cae y caerán
miles de manos atadas a tu nombre largo como camino polvoso
para derribar el muro de la carroña vestido de cañones
ven señor LEMPIRA
trame tus trescientos mil mártires de lava
trae tu voz a mi Honduras de papel
para escribirle en cada poro el aroma de las flores rojas
el canto del quetzal en mi Copan preñado de esperanza
en cada jadeo desesperado por que de este parto de fábula nacerá el hombre nuevo
el golpe de la ola será un recuerdo en la piedra de calcáreo hueso
Fabrizio Lorusso
México Italia
Plaza de la danza hondureña
Falta un día largo a la democracia
que mañana se danza,
el cencerro atiza los segundos,
listos para la paz de la marcha
en esta plaza ritmada de historias
que así aprende a bailar
como se debe bailar
pa’ bailarse la censura y la noche.
Y… ¡Oiga señor!
¡Déjeme escribir mi señor,
déjeme cantar mi fiestita leve!
Aquí Florencia tiene que ser
no Pekín o Moscú
ni un dique de silencios
donde falta aire pa’ lagrimar
si de gases oscurece mis deseos.
Gonzalo Scarpa Madrid, España USA/ Donde la libertad Es una estatua [1] [1] Nicanor Parra dixit Aún se sigue escribiendo a estas alturas del american film tu breve biografía, Mambrú, tu do-re-mí, tu ronda de ansiolíticos, tu miedo a los soldados, tu no sé cuándo vendrás, y si lo harás con una bula atómica que te permita respirar en algo así como una atmósfera cuadrada (deja que repten, deja que tres manos nos aten a una cuarta, welcome to the coca-cola nation) y repártase (viva la cocacolanización, my bro, mi hermano) —de forma gratuita y por sorpresa terrible libertad y duradera, la dura regadera preventiva lavativa de pueblos— una guerra de las galaxias hace mucho, mucho tiempo —porque el tiempo se mide en titulares de periódico engaño— en un lugar lo suficientemente insuficiente como para olvidarlo y destruirlo, no necesariamente en este orden. Y tú, Mambrú, cansado, do-re-fa, con la mochila llena de fusiles inútiles, canciones que te alejan de casa, esas cosas que pasan y pasan y vuelven a pasar qué dolor qué dolor qué pena