Cocaína es el título de una rola clásica de J.J. Cale, rockero estadounidense que acaba de fallecer este año (26 de julio). En 1977, Eric Clapton hizo un cover de la canción y la puso en la historia, “la coca no miente/si quieres caerte en el piso/cocaína”, decía.
Esta nieve, blanca y codiciada, es también el tema central del nuevo libro (2013) de Roberto Saviano, escritor italiano autor de Gomorra, novela-reportaje de 2006 sobre la mafia de Nápoles, la camorra, al que el director Matteo Garrone se inspiró para grabar la homónima película en 2008. Su obra más reciente se llama Zero zero zero: viaje en el infierno de la coca. En la portada, sobre un fondo negro, están tres líneas de ese polvo, el petróleo blanco. El triple cero del título, el 000, es la harina de la calidad mejor para hacer la pasta y, entonces, significa que la coca ya “es la pasta del mundo”.
La coca mueve el mundo. Los cárteles del narcotráfico son más parecidos a enormes multinacionales que a las mafias de antaño, idealizadas (y mistificadas) por las películas de Hollywood. Los narcomenudistas ya son como pequeños comerciantes y sus jefes se asemejan más a grandes empresarios. La diferencia con otros productos es banal, pero fundamental: la coca es ilegal, desde su producción hasta su distribución y consumo. Además, su valor se incrementa exponencialmente en las distintas fases, más que cualquier otra mercancía. La ilegalidad, definida por normas prohibicionistas comunes a muchas substancias como la marihuana, la morfina, etcétera, genera un tráfico abusivo y ganancias extra.
Las reglas de ese negocio no coinciden totalmente con las del mercado, pues la violencia y las plusvalías procedentes de otros negocios ilícitos (drogas, armas, trata de personas, secuestros, extorsiones, piratería, robo, principalmente) se suman a las enormes utilidades que da el narcotráfico para hacer un coctel explosivo. Sin embargo, precios y cantidades, retribuciones y ventas, negociaciones y logísticas, sí siguen mecanismos de mercado y, asimismo, una gestión empresarial de los negocios es necesaria.
‘000’ es un libro que habla del mundo y del business a través de la cocaína, pues los números, o sea los flujos monetarios, son enormes, y parece que ningún otro comercio genere tanta circulación de dinero actualmente. Los ingresos derivados de esa materia prima, esa hoja transformada en “droga”, entran en el sistema y se “reciclan”, come se dice en Italia, o bien se “lavan”, como se dice en México. Y justo aquí, en México, está el centro de la narración, como era de esperar, pero pasa también por Colombia, los Andes, en los Estados Unidos, Ucrania y en Rusia, por África y Asia, ya que se trata de empresas “cartelizadas” que abarcan el globo entero.
Pese a lo anterior, pese a la gran economía que se mueve con y para la cocaína, la atención de los gobiernos y de los medios hacia este comercio, hacia este gran negocio global, es errática y se despliega en términos represivos, descuidando las causas y los motivos de fondo del narcotráfico, que son de índole social y legislativa o incluso financiera, pues la acción estatal se centra en la criminalización del consumo y en la lucha militarizada a los cárteles y no tanto, por ejemplo, en el combate al lavado de dinero o en la reconstrucción del tejido social.
En este sentido, México ya es el centro del mundo. ‘000’ es un texto que también cuenta las historias de algunos narcos mexicanos y colombianos, rusos e italianos. Son relatos literarios, aunque basados en un estudio de la realidad que, a estas latitudes, ya son bien conocidos.
De El Imparcial de Veracruz – Visión Global – Fabrizio Lorusso – TWT @FabrizioLorusso